Astorga, emblema de la Hispania romana en León
Astorga presume de ser una joya cultural y patrimonial y en buena parte se lo debe a los césares del Imperio romano; concretamente a Augusto, quien concedió tan honorífico apellido a su denominación: Asturica Augusta.



La resistencia de los pueblos cántabros y astures a la romanización desencadenó las guerras cántabras (29-19 a.C.) que requirieron un gran despliegue de legiones romanas en la península. Al final de la contienda, Asturica supuso un lugar excepcional por su posición estratégica; tal es así, que instaló a la Legio X Gemina para el control y pacificación de los pueblos autóctonos.
Era el año 14 a.C. y un promontorio rodeado por el río Tuerto y su afluente el río Jerga, fue el lugar elegido. Con una situación privilegiada, en el paso natural entre el páramo leonés y los montes de León, era el sitio perfecto para vigilar el camino natural hacia Galicia.
Asturica se constituyó como encrucijada neurálgica de comunicaciones por donde discurrían diversas vías que recorrían el noroeste de Hispania. También se convirtió en enclave estratégico para garantizar la gestión, el almacenamiento y el posterior traslado a Roma de los abundantes recursos minerales del territorio extraídos en sus minas.
Concretamente, fue la minería del oro, con el yacimiento de Las Médulas [lin interno] como ejemplo más característico, la que sembró su prosperidad, convirtiéndola en asentamiento civil a comienzos del siglo I a.C., y situándose dentro de la división judicial romana (conventus iuridicus) de la Tarraconense, la mayor y más importante provincia romana de la península Ibérica.
Siendo Conventus Austurum despegó como asentamiento civil y centro administrativo y judicial donde romanos e indígenas se sometían a las normas de un gobernador que impartía justicia en reuniones anuales. Era cuando, a su vez, se recaudaban impuestos y se establecían acuerdos jurídicos entre los habitantes de un amplio territorio alrededor de la ciudad.
La prosperidad económica fue construyendo una ciudad magnífica, dotada de foro, muralla, notables edificios termales y saneamiento urbano.
Tal fue su importancia que incluso sus habitantes hispanos llegaron a ser considerados ciudadanos libres por el derecho latino. Su esplendor prosperó hasta el siglo III d.C., en que se inició el declive del Imperio romano. Pero afortunadamente, el paso del tiempo ha conservado algunas de sus más sobresalientes huellas como atestiguan los vestigios arqueológicos que la ciudad exhibe en la actualidad.
Museo Romano de Astorga: la Ergástula
Astorga ofrece un itinerario arqueológico, la Ruta Romana de Astorga, para recrear su pasado histórico. Incluye lugares de visita libre y otros cuyo acceso requiere reserva previa; para lo que hay que dirigirse al Museo Romano de Astorga: un moderno edificio situado sobre la Ergástula romana, una llamativa galería abovedada sobre la que se situaba el Ara Augusta, un altar en el que se celebraban ceremonias de culto imperial. Esta monumental construcción evolucionó para convertirse en el centro del foro, centro de la vida pública asturicense.
El museo reúne en sus dependencias gran parte de la cultura material, recuperada en sucesivas excavaciones arqueológicas, que nos ilustra sobre el modo de vida de los pobladores de esta ciudad romana, así como de su origen y evolución.
Foro, templo y campamento militar
Junto al museo y en la parte más elevada de la ciudad se hallan los vestigios del foro que ocupaba una superficie de unos 30.000 m2; parte de los cuales están hoy ocupados por la Plaza Mayor. Puede visitarse el pórtico que cerraba el foro por el sur, el cual presenta una doble columnata, cuyo esquema se repite en los cuatro flancos que circundaban el espacio forense.
En el pórtico occidental del foro se conserva una gran sala rectangular cuya entrada está presidida por sendas columnas y la cabecera rematada por un ábside. Se trata de la curia o lugar donde se ejercía el gobierno del territorio. Esta sala presenta un pavimento realizado con piezas de mármol de diseño geométrico denominado Opus Sectile.
El inmersivo viaje en el tiempo por la Astorga romana conduce al lugar más antiguo: la cerca legionaria. Es donde se puede distinguir el foso doble excavado en la grava que constituye el substrato geológico. Estos fosos formaban parte del sistema defensivo del campamento de la legión X Gemina.
Termas menores y cloacas
El recorrido histórico también visita las termas menores y, el tránsito por sus diversas estancias muestra la importancia del agua para la cultura romana. Un espacio también utilizado para el ocio, el debate político y el establecimiento de acuerdos de negocios; al mismo tiempo que se disfrutaba de los beneficios que para la salud representaban los baños que los habitantes de Asturica tomaban, en su higiene cotidiana, en las múltiples salas, bañeras y piscinas dotadas de diferentes temperaturas.
Una de las más sorprendentes visitas a la Astorga romana son sus cloacas. Con cubierta abovedada, muros de mampostería y pavimento de pizarra recorren un trazado que se corresponde, en el subsuelo, con el urbanismo originario de la ciudad, que tenía planta ortogonal y se repartía en amplias calles o vías organizadas alrededor de las dos vías principales (Cardo y Decumano).
Domus romana y muralla imperial
La Domus del Mosaico del Oso y los Pájaros muestra la vivienda de una familia notable de la ciudad que contaba con termas propias, paralelas a la calle donde se ubica la casa. Construida a finales del siglo I d.C., la casa fue sucesivamente habitada y remodelada durante 300 años.
Entre sus estancias más llamativas cuenta con el salón para recepciones (oecus) donde se conserva un espectacular mosaico en cuyo emblema o parte central se plasmarían ocho medallones, cada uno de ellos enmarcando a un animal salvaje, entre los que destaca la figura de un oso. Ocupando una posición central se representaría al dios Orfeo. Añade en su perímetro escenas del otoño con ramas de vid y aves que picotean sus frutos.
El paseo junto a la extensa muralla construida en la época tardorromana con fines defensivos, y que fue remodelada durante la Edad Media, pone un magnífico broche al paseo urbano por la hermosa Asturica Augusta. Pasos que culminan en la Puerta Romana, único acceso conservado contemporáneo a la construcción defensiva junto a la que se encuentra la catedral y el palacio Episcopal, diseñado por el arquitecto modernista Antonio Gaudí.
El Palacio Episcopal de Astorga o palacio de Gaudí es un edificio neogótico de granito de El Bierzo y una joya arquitectónica que une historia, arte y espiritualidad en un espacio único. Su estructura imponente y su legado lo convierten en un punto esencial para adentrarse en la identidad de la ciudad.
Actualmente, el palacio alberga una variada exposición distribuida en diferentes niveles: el sótano ofrece un viaje a los orígenes con colecciones dedicadas a la prehistoria, la época romana y el periodo medieval, mostrando la evolución cultural y material de la región.
En la planta baja exhibe un homenaje al peregrinaje con muestras sobre el Camino de Santiago Francés y la Vía de la Plata, dos rutas clave en la historia de la ciudad y en la espiritualidad europea. La primera planta del palacio muestra un recorrido de arte religioso con piezas de distintos periodos, desde tallas y pinturas a elementos litúrgicos.
Finalmente, la segunda planta un espacio dedicado a la historia del edificio, su construcción y evolución; además, acoge exposiciones temporales que complementan la oferta cultural de la ciudad.
Otros lugares para visitar en Astorga
Al lado del palacio se halla la catedral de la ciudad, advocada a Santa María. Se comenzó a construir en 1471 sobre un originario templo prerrománico. En su planta basilical de tres naves, aúna los estilos arquitectónicos gótico y renacentista, mientras que su fachada principal es una joya barroca leonesa del siglo XVIII.
También, con una llamativa fachada barroca, destaca el edificio del Ayuntamiento de Astorga. Está muy vinculada a la fachada de la catedral pues fue diseñada por Manuel de la Lastra, que trabajó con su padre Francisco de la Lastra en la construcción de la fachada barroca de la catedral.
Se abre a la plaza Mayor y destaca con la espadaña que acoge el reloj de los maragatos. Así conocido un ingenio mecánico de autómatas situado en la espadaña que culmina la fachada del edificio consistorial. Dos maragatos (Juan Zancuda y Colasa) son sus protagonistas y en la actualidad, aunque son de aluminio y activados de manera automática, siguen siendo uno de los grandes atractivos turísticos urbanos.
Los misterios de la alquimia hacen de la Casa del Sacristán un llamativo espacio y un imprescindible turístico en la visita a Astorga. En su arquitectura de torreón de vigía acoge encantadoras dependencias del siglo XVII que desvelan un mundo asombroso donde se juega con las ilusiones ópticas, mostrando misterios a caballo entre la luz y la oscuridad. Para visitar la casa, es imprescindible reservar en el 689 767 660. Está abierta al público solo en julio y agosto, con tres pases diarios a las 12:30, 13:30 y 16:00. El resto del año, la disponibilidad debe consultarse previamente y también requiere reserva en el mismo número.
Los amantes de la poesía están de suerte en Astorga pues la ciudad ha convertido en museo la casa Panero. Es donde vivió el escritor astorgano Leopoldo Panero que fue amigo de coetáneos como Gerardo Diego o César Vallejo. En sus dependencias se reúne la historia literaria de la época y de algunos de los hispanistas más famosos del siglo XX. Aunque la Casa Panero abre solo durante algunos meses de verano y, de vez en cuando, acoge eventos culturales, no dejes pasar la oportunidad de descubrir este rincón de la historia leonesa. Para consultar la disponibilidad de visitas, puedes llamar al 987 618 222 o escribir a turismo@astorga.es.
El museo del Chocolate de Astorga es una verdadera joya para los amantes de la historia, la tradición y, por supuesto, del buen chocolate. Ofrece una experiencia sensorial única, donde se combinan aromas, sabores y el fascinante legado de la industria chocolatera astorgana, una de las más emblemáticas de España.
La tradición chocolatera de Astorga se remonta siglos, cuando maestros artesanos comenzaron a transformar el cacao en auténticas delicias. El museo, a través de exposiciones interactivas, utensilios históricos y relatos sorprendentes, narra cómo este dulce se convirtió en parte esencial de la identidad astorgana. El museo abre sus puertas todo el año y es una visita imprescindible y la más dulce de Astorga tanto para viajeros curiosos como para los verdaderos apasionados del cacao.
Los murales de Astorga ofrecen uno de los mapas más sugerentes de las rutas urbanas por la ciudad. El colorido del arte urbano se reparte entre impresionantes murales que reflejan aspectos típicamente astorganos como la gastronomía (mantecadas y cecinas), tradiciones (Semana Santa) e historia (guerra de la Independencia), el festival de cine y la fiesta de astures y romanos.
Sitios de interés a considerar en la visita a Astorga
El paseo a orillas del río Tuerto, que rodea la ciudad, abre una nueva vía a recorrer como es la etapa del Camino de Santiago que conecta la ciudad con la localidad de San Martín del Camino. Un atractivo itinerario senderista y cargado de tradición jacobea que abandona la ciudad por un puente metálico situado en paralelo al antiguo puente de piedra sobre el río Tuerto. Sigue la ribera de su afluente el río Jerga y se detiene ante el crucero de Santo Toribio para admirar la ciudad de Astorga en la distancia y el monte Teleno.
Cuando se adentra en la fértil vega del río Órbigo el sendero cuenta con atractivos como el puente del Paso Honroso, que al atardecer se enciende colorido por estar iluminado con luces LED. Después de pasar Puente de Órbigo y su iglesia, muy frecuentada por las cigüeñas, el canal de la presa Cerrajera y por último el canal del Páramo anuncian la llegada a San Martín del Camino, después de haber recorrido 24.2 kilómetros.
Estando en pleno corazón de La Maragatería o País de los Maragatos, como se conoce a la comarca en la que se halla enclavada Astorga, resulta imposible resistirse al encanto rural de núcleos como Santa Colomba de Somoza. Pueblo de origen medieval fundado sobre una antigua villa romana, situado a 16 kilómetros de Astorga, en pleno Camino de Santiago, y que ha conservado magníficamente su arquitectura maragata de piedra y su espíritu hospitalario de tierra de paso de peregrinos y arrieros maragatos.
Historia y hechura que comparte con Castrillo de los Polvazares, otro de los pueblos maragatos más representativos. Las viviendas presentan grandes portones para acoger la entrada de los carros de sus habitantes, los arrieros maragatos, y están dotadas de grandes patios interiores empedrados, facilitaban el ajetreo comercial de sus propietarios. Junto a las ricas fachadas de piedra, algunas blasonadas, y el viejo puente de piedra sobre el río Jerga, han convertido al núcleo rural en un conjunto histórico artístico digno de visitar.
Reencontrarnos con una de las más espectaculares huellas urbanísticas de la presencia del Imperio romano es descubrir la León romana [link interno] cuyo centro histórico nos espera como hace dos milenios confinados por la muralla de los Cubos. Plagada de inscripciones romanas protegió el campamento militar originario que dio origen a la ciudad.
Facilitar el tránsito por el Camino de Santiago nos lleva hasta Ponferrada, otro de los grandes centros turístico culturales. Situada a 63 kilómetros de Astorga, esta hermosa ciudad a orillas del río Sil hizo de un puente (Pons-Ferrata) para apoyar a los peregrinos compostelanos, el comienzo de su historia en el Medievo. Una vez en Ponferrada, la visita de Las Médulas [link interno] supone una escapada llena de atractivo, donde el paisaje y la historia romana se entrelazan en un escenario único.
Este antiguo complejo romano de explotaciones mineras de oro ha dejado una huella imborrable en el paisaje berciano. Las montañas, esculpidas por el esfuerzo de miles de trabajadores bajo el mandato de Roma, presentan hoy un espectáculo de formas caprichosas y tonos rojizos que contrastan con el verdor de los castaños y robles que han colonizado la zona con el tiempo.
Fiestas de astures y romanos
Una propuesta turística que es un auténtico viaje A-Roma porque nos sitúa ante la escenificación de los enfrentamientos y hazañas vividos en época romana mediante la recreación histórica que se celebra cada año el último fin de semana de julio. Es una ocasión idónea para disfrutar del bocado de la época en las tabernas dispuestas para tal fin, detenerse en alguno de los restaurantes locales que organizan las interesantes Jornadas Gastronómicas de la cocina Astur-Romana, en las que se realizan propuestas gastronómicas que incluyen ingredientes, preparaciones y presentaciones de la gastronomía de la época adaptadas a los gustos actuales. También es posible recorrer un mercado romano y conocer los productos con los que se comerciaba.
Una inmersión cultural en el esplendor imperial que dura cuatro días. Se ha convertido en una fiesta de Interés Turístico Regional donde sentirse romano o astur participando en los eventos (encendido del Fuego Sagrado, recibimiento del César, desfile de Vencedores, entierro del Héroe Astur) distribuidos en diversas localizaciones de la ciudad como la plaza de los Marqueses, la plaza de toros, la plaza de Santocildes, la plaza del Arquitecto Gaudí, el parque del Melgar, la bajada del Postigo o la plaza Mayor.
Además de visitar un campamento romano o un castro astur, se pueden vivir emocionantes eventos como las competiciones de catapultas y el espectáculo del circo romano, con luchas de gladiadores y carreras de cuadrigas y literas, o la noche de los druidas.
Hasta es posible manejar la moneda romana (denario) y la moneda astur (as) en las transacciones económicas que se realicen esos días como las compras en el mercadillo romano o en los comercios, restaurantes y bares locales que las aceptan. Jornadas que son una excelente oportunidad también para degustar los manjares que eran habituales tanto entre los pueblos prerromanos como en la cultura romana, pero reinterpretados a los gustos de los comensales actuales.
Cómo llegar a Astorga
Para llegar a Astorga en vehículo privado desde Madrid se ha de tomar la A-6 (Autovía del Noroeste) que comunica en 310 kilómetros (3 horas). Desde León son las carreteras AP-71 (autopista de peaje) y N-120 las que salvan los 50 kilómetros que separan ambas ciudades leonesas. Desde las principales ciudades gallegas son la AP-9, A-52 y A-6 las principales vías a tomar. Desde Ponferrada la A-6 o la N-120 conducen a Astorga en 50 minutos.
Los trenes AVE, Alvia y de media distancia conectan desde Madrid (estación Chamartín) en 2.30 – 3 horas. Desde León son los trenes Regional express, Intercity, Media distancia y Alvia, los que conectan con Astorga en 30 minutos en la misma ruta que llega a Galicia. En tren desde Galicia hay trenes directos desde Coruña Ourense, Santiago de Compostela y Vigo a la ciudad de Astorga. Desde Lugo, es necesario el trasbordo en Monforte de Lemos y desde Pontevedra hay que hacer trasbordo en Santiago de Compostela
Los autobuses de línea ALSA tiene conexión directa desde Madrid (estación de Méndez Álvaro) con Astorga en 4 horas. Desde León, la compañía ALSA ofrece conexión continua con Astorga en 45 minutos. Desde Galicia hay conexión directa a Astorga con autocares ALSA y, mediante transbordo, desde A Coruña, Santiago y Vigo.
Y no olvides que, una vez en Astorga, su trazado se recorre mejor a pie.
Dónde y qué comer en Astorga
Imposible resistirse al reconfortante y contundente bocado del cocido maragato mientras permanezcamos en Astorga; elaborado con las carnes y verduras de la tierra, y completado con el sabor del Pico Pardal, el típico garbanzo leonés. Las legumbres, como el aceite de oliva y el vino fueron productos introducidos en la región por los romanos.
Las verduras siguen protagonizando un plato humilde que satisfacía a los arrieros leoneses, el bacalao al ajoarriero, como manda la tradición.
Los amantes del embutido están de suerte en Astorga con productos tan exclusivos como la cecina, que para eso Astorga acoge la sede del consejo regulador de la IGP Cecina de León.
Antes de levantarnos de la mesa o en cualquier descanso de la jornada el bocado dulce se hace irresistible al conocer la tradición repostera astorgana. Protagonizada por las finas mantecadas, que también cuenta con IGP Mantecadas de Astorga, presentadas en la típica cajilla.
Las podemos acompañar de hojaldres y los tradicionales merles; para acabar con un chocolate artesano, producto alimentario que, aunque no es oriundo de la tierra, los arrieros leoneses lo hicieron familiar para los astorganos y el origen del museo del Chocolate. En conjunto, son una buena muestra en dulce de la ciudad, y un compendio de sabores que la sitúan entre los lugares más deliciosos del noroeste peninsular.
Entre la catedral y el museo Romano de Astorga se localizan un buen puñado de restaurantes donde degustar los productos más tradicionales hechos a la manera astorgana, con tiempo y pasión por la tierra.
Dónde dormir en Astorga
En Astorga vas a encontrar una gran oferta de establecimientos para alojarte. Podrás ver el firmamento desde hoteles de cuatro estrellas, alguno junto a la Vía de la Plata y donde puedes sentir el placer termal; disfrutar de una posada real en pleno Camino de Santiago o de albergues modernos y dinámicos donde el mejor tesoro es el silencio; de hoteles urbanos coquetos y con todo mimo con terrazas panorámicas sobre el entramado urbano; de hostales acogedores o modernos; y de casas rurales y apartamentos con vistas al centro histórico. Elige el que mejor se adapte a tus gustos y necesidades. [link interno].
Reserva tu viaje a Astorga
Déjate conquistar por los pequeños placeres de encontrarte un viaje diseñado a tu medida. Sigue estos pasos [link interno] para hacer de tu viaje A-Roma una experiencia extraordinaria.
Y no dejes de realizar la Ruta Romana, un itinerario guiado que hay que reservar previamente porque tiene aforo limitado. Es un fascinante viaje al pasado que permite al visitante sumergirse en la época romana conectándole de manera activa con el pasado en un recorrido gestionado desde el Museo Romano, cuyas instalaciones son un espacio expositivo accesible universal.
El itinerario sigue un orden cronológico, iniciándose con los restos del campamento de la Legio X Gemina, el asentamiento más antiguo de la ciudad. A partir de ahí, el recorrido lleva al visitante por los vestigios de los principales edificios urbanos de la antigua Asturica Augusta, con una ambientación cuidadosamente diseñada.
Para potenciar la inmersión histórica, la ruta incluye iluminación específica y paisajes sonoros que recrean la atmósfera original de cada espacio. Además, la exposición permanente del museo integra objetos de uso cotidiano en la época romana, estableciendo un vínculo emocional entre pasado y presente.
La experiencia se complementa con visitas teatralizadas, que ofrecen un enfoque dinámico e intergeneracional, y con un programa educativo adaptado a distintos niveles escolares. Estas iniciativas buscan promover el respeto y la valoración del patrimonio arqueológico, acercando la historia de una manera atractiva y enriquecedora.
La Ruta Romana de Astorga no es solo un recorrido por ruinas, sino una forma de revivir el esplendor de una ciudad que fue clave en el Imperio romano. Reserva tu entrada para conocer el espléndido pasado de Asturica Augusta que ha llegado hasta nuestros días. Además, existe un aparcamiento gratuito situado en la Plaza de San Roque, a unos 8 minutos del Museo Romano. [link interno]
Horario de la Ruta Romana: Martes a sábado 11 – 17 h. Meses de julio, agosto y septiembre 11 – 17.30 h. Domingos y festivos 11 h. Lunes cerrado. Imprescindible realizar reserva. Tel. 987 616 937. Email: rutaromana@astorga.es
Horario del Museo Romano: martes a sábado 10 – 14 h y 16 – 18 h. Del 1 de julio al 30 de septiembre 10 – 14 h y 16.30 – 19 h. Domingos y festivos 10 – 14 h. Cerrado los lunes; 1, 5 y 6 de enero; 24, 25 y 31 diciembre; Las tardes del primer sábado después de Martes de Carnaval (Sábado de Piñata); último sábado de julio (Fiestas de Astures y Romanos). Dirección: Plaza San Bartolomé, 2. Tel: 987 616 937.
Nuestros sitios
Astorga romana
Asturica Augusta fue una de las grandes ciudades romanas del noroeste. Hoy conserva su foro, termas y murallas, testigos del esplendor que vivió bajo el Imperio.
El Vergel
Desde los albores del siglo I d.C., la romanización fue transformando el territorio de Ávila (Abula), dotándolo de una nueva identidad agrícola y social, desde donde la tenacidad romana desplegó su ingenio para optimizar el paisaje rural.
Las Médulas
Patrimonio de la Humanidad, este paisaje único fue moldeado por la minería romana en su búsueda de oro. Con sus formaciones de tierra roja, es un impresionante legado de la ingeniría romana.
León romano
Nacida como campamento de la Legio VII, León conserva murallas, termas y huellas romanas que narran su origen militar en la Hispania del Imperio.
Numancia
Durante veinte años, los numantinos enfrentaron con tácticas de guerrilla el avance de las legiones romanas, rechazando cada ataque con una firmeza que daría lugar a la expresión «resistencia numantina».
Petavonium
En el valle del Vidriales, el campamento romano de Petavonium fue clave para controlar el noroeste peninsular. Hoy, sus restos muestran la vida de una legión en la frontera del Imperio.
Pino del Oro
Enclavado junto al río Duero, este entorno conserva restos de una antigua explotación aurífera romana. Naturaleza y arqueología se unen en un paisaje marcado por la búsqueda del oro.
Santa Cruz
Oculta durante siglos bajo campos de cultivo, la villa romana de Santa Cruz salió a la luz en 1972 de manera fortuita, cuando una excavadora desveló parte de sus muros y mosaicos: primeros vestigios de su grandioso pasado.
Villa de Orpheus
Esta villa romana, ubicada en Palencia, destaca por su mosaico de ORfeo, una joya del arte romano. Un testimonio de lujo y simbolismo en la vida rural de la Hispania romana.